Cuando se habla de Educar en Redes en la Educación tradicional parece ser que hablamos de una utopía o de una quimera imposible de hacer realidad. ¿Cómo usarlas como herramienta de aprendizaje si la mayoría de los colegios las tienen bloqueadas?
La gran paradoja que de la misma forma en que negamos su uso, las criticamos porque pensamos que sólo se orientan a la sobre exposición, a la crítica, la polémica innecesaria y múltiples razones para simplemente justificar nuestra decisión. Nuestro alumno que navegan, conectados todo el día, entre redes debe vivir la experiencia de que para “aprender” simplemente no puede usarlas. Las mismas redes con las que fuera de su espacio tradicional, organizan, crean, innovan, se informan, debaten, comparten.
¿No sería lógico utilizar toda esa energía creativa, experiencia adquirida y usarla como herramienta pedagógica para generar un aprendizaje más lúdico, entretenido y cercano?
Desde hace años uso redes sociales como herramienta de aprendizaje, no sólo con mis alumnos sino que también con sus padres. Sin abanderizarme con alguna en particular, las uso para diferentes objetivos:
Generar comunicación fluida , constante y pro activa, de tal manera que los padres sepan como trabajamos en el colegio, puedan aportar , criticar , reconocer la labor docente.
Crear lazos y cercanía con los alumnos: saludar, comentar, entregar mensajes positivos, energía pro activa, suma y generar conexiones emocionales que apoyan la labor docente.
Monitorear el aprendizaje: Al crear distintas actividades como pueden ser debates, trabajos grupales, ejercicios que repasen contenidos impartidos, se logra identificar en el proceso, falencias, errores o dudas, antes de ser evaluadas, por ende hace posible cambiar estrategias y reorientar la actividad pedagógica.
Potenciar las potencialidades y habilidades innatas de mis alumnos: como las redes posibilitan un trabajo personalizado, es más fácil reconocer los hobbies, sueños, metas personales de los alumnos, a partir de ellos, orientarlos , motivarlos y conectarlos con otros jóvenes que estén innovando en la misma área que les interesen.
Disminuir la ansiedad y stress al rendir pruebas o test : suelo valorar positivamente la participación de los alumnos, de manera libre les permito ir construyendo su propia evaluación, con porcentajes por participación, colaboración, dejamos atrás el alumno pasivo y construimos un agente activo , gestor de su propio camino.
Fomentar la solidaridad y el compromiso social: no sólo participando de campañas sino que también creando las propias, liderando, ejerciendo responsablemente su papel en la sociedad que desean vivir.
Reconocer el líder que todo niño posee: las redes sociales permiten no sólo estar informado continuamente sino que también liderar cambios reales en nuestra sociedad , ejerciendo una visión crítica, pero constructiva, de las necesidades que esta posee, proponer, participar y colaborar en sus soluciones.
Es profundamente alentador observar como alumnos que en algún momento tenían bajos resultados ahora se superan en dos hasta tres puntos sus calificaciones finales, pasen de observadores a actores principales, de una sociedad comprometida y colaborativa.
¡Educar en redes, una gran oportunidad para aprender a aprender!