Esto no es clase. Es vida. Educando a Nativos Digitales

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Esto no es una clase, es vida: Educando a Nativos Digitales

Es la frase que uno de mis alumnos del Taller Digital hizo hace días, después de meses que iniciamos este proyecto.
Trabajar con nativos Digitales es toda una aventura pues des estructura nuestra visión tradicional de que lo es educar.

Primero el profesor deja de enseñar y los alumnos de aprender, los dos aprendemos mutuamente, cada uno aporta desde su experiencia al proyecto comunitario. En mi caso la experiencia, los años de estudio y ellos su fascinante amor y hasta devoción por la tecnología.

Segundo: son los mejores profesores de tecnología, su método de ensayo y error es simplemente genial, sin temor a equivocarse, investigan en la web lo que quieren aprender, hábiles indagadores, encuentran, aplican, si era lo que buscaban, comparten para que otros, simplifiquen su camino. Si no era lo que necesitaban, preguntan a la comunidad y vuelven a la búsqueda con la misma energía inicial. Este aprender haciendo y equivocándose, ha hecho que sepa actualmente de tecnología, redes, programas infinitamente más que con todos los cursos que tome por años.

Tercero: Se trabaja en comunidad, todas las decisiones pasan por todos los integrantes del taller. Lo que válida el trabajo y le da un sentido de pertenencia. No existe timidez ni alumnos que no participen en este espacio comunitario. Todas las voces divergentes tienen la misma importancia, de ahí la inmensa riqueza del trabajo final.

Cuarto: La creación y la innovación, se desarrollan sin límites. En nuestro espacio tradicional, memorístico, no existe tiempo real para generar nuevos aportes, los alumnos, sentados por eternas horas, escriben y traspasan a cuadernos, lo que pensamos deben saber, el aburrimiento es mortal.

En el mundo de la colaboración digital, esto no sucede. Al revés es un mundo en ebullición, muda constantemente.
Es increíble como cada día, traen nuevas ideas, trabajando en sus horas extras con la ayuda y aporte de sus padres, como crean, se superan día a día y sus mentes generan nuevas creaciones, las perfeccionan. No existe problema sin solucionar existen desafíos por resolver y lo asumen con fascinación.

Quinto: Trabajan en lo que aman. Todo los días jueves llego más temprano a la sala Mac’s para esperarlos y recibirlos. Aún no llega la hora del comienzo y siento como corren, entran a la sala con una felicidad y alegría que emociona e iniciamos el taller trabajando cada uno en lo que le apasiona e interesa.( división de tareas que se hizo previamente y que no significa que puedan e intercambiarse a lo largo de lo meses).

El tiempo se pasa volando, tanto que las horas parecen minutos, al final nos despedimos de un abrazo apretado y escucho a uno de mis alumnos decir: Miss esto no es una clase, es vida.

Y siento que la magia del viaje educativo volvió a revivirse y soy mejor profesora que antes, gracias a mis alumnos. a los hijos de la tecnología.