Una de las grandes realidades que viven los profesores en la actualidad es el cambio abismante que han vivido los niños y jóvenes del siglo XXI. Hiperconectados, informados, críticos, gregarios por naturaleza, buscan participar y validar todo lo que se comparte con ellos. Se aburren mortalmente en clases y cuestionan cada nuevo contenido. ¿Para que aprender lo que pueden encontrar a un simple clic en la Internet? El desafío es gigante. Toda vez que los actuales nuevos docentes no egresan de las Universidades con las habilidades y competencias digitales necesarias para enfrentar este nuevo escenario.
Después de años de trabajar con los hijos de la tecnología, puedo compartir algunas ideas.
Primero, asume que los niños cambiaron, piensan, razonan, investigan de una manera diametralmente diferente de lo que alguna vez viviste cuando tenías su edad. Pasan más de 6 horas conectados y desde que nacieron todo, absolutamente todo es publicable.
Segundo, ingresa al mundo digital y crea en ese espacio un lugar de encuentro educativo. Elige la herramienta digital que te acomode y que no sume estrés a tu ardua jornada laboral. Personalmente ocupó WordPress y las herramientas que entrega Google, dentro de ellas Goggle+. Con ello potencio la participación, motivación y logró unir los contenidos de la malla curricular a los intereses de mis alumnos.
Tercero, identifica los que los hace únicos y diferentes. A partir de ello, genera canales para que puedan aportar desde sus intereses. De tal manera que el proceso aprendizaje nazca con su colaboración. Validas su experticia y los haces participes.
Cuarto: transforma las evaluaciones, ten la certeza que son anacrónicas y fácilmente “compartibles” por tus alumnos. Un docente comentaba hace días que más se demora en crear la actividad que sus alumnos en navegar por la web y encontrar la respuesta. Una vez localizada será rápidamente viralizada y en cosa de segundos, estará en el celular de cada uno de los integrantes de la clase.
Quinto: Confía en que a pesar de las tecnologías innovadoras no existe la posibilidad que seas reemplazado. Un abrazo, un “tú puedes”, la capacidad que tienes de motivar y generar lazos de mutuo crecimiento, siempre te harán indispensable.
Sin embargo debes transformar las estrategias educativas que alguna vez te enseñaron. Los niños están informados pero no saben discriminar la avalancha de imágenes, textos que proliferan en la nube. Necesitan de un maestro que los acompañe en este nuevo camino, aprende de ellos, no existe mejor profesor de tecnología que tu alumno. Conviértete en un “facilitador” del aprendizaje, entrega tu experiencia y únela a estos nuevos actores que bullen en creatividad y ganas de competir lo que saben y motiva a pasar horas y horas conectados.
Educa en la nube, fortaleciendo las habilidades y competencias digitales que los niños necesitarán para responder a los desafíos futuros.
Fortalece las habilidades para la vida, potencia la mágica diversidad cultural de tus alumnos, invita a participar a los padres, a la comunidad educativa.
En la era digital, los recursos son gratuitos, sólo necesitas asumir el desafío y convertirte en un docente del siglo XXI
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