¿Por qué fracasan las estrategias anti bullying?


Qué duda existe que el bulliyng socaba y daña la autoestima de nuestros niños y jóvenes. Qué duda existe que el sistema educativo intenta combatirlo con estrategias más o menos exitosas. Qué duda existe que tanto padres como profesores muchas veces sobrepasados, perciben que se encuentran sin las herramientas para actuar a tiempo y evitar las graves consecuencias.

A pesar de los esfuerzos, el bulliyng permanece inalterable en una sociedad que busca incansablemente terminar con uno de los grandes flagelos del siglo XXI.

¿Por qué fracasan entonces las campañas?

Porque desconocen el espacio digital y la vida virtual que los niños viven día a día.

Las redes son fundamentales en su vida social, los conectan, les permiten vivir actualizados, informados, empoderados, son fuente de emprendimiento, entretención y también burla.

El anonimato y la fuente continua de sobre exposición sumado a la rápida viralización crean un fecundo nicho de bromas que van desde aquellas simpáticas a la mayor vejación pública sin ánimo alguno de culpa.

Pareciera ser “tierra de nadie”, “donde todo vale” y es “sin llorar”.

Y esa es su tragedia, resultado de un sistema educativo que cree que las redes sociales al ser personales son responsabilidad de los padres y progenitores. que sin formados.  sienten que es el colegio quien debe formar y protegerlos. En el medio de ambos, los niños en absoluta “Orfandad Digital”

¿Qué hacer?

Existir en redes, invadirlas, desarrollar desde los primeros años, Ciudadanía Digital o el arte de convivir en la Internet. Respetando los mismos códigos y normas que en el mundo análogo.

Los profesores y escuelas tienen el deber de generar estrategias que incluyan la web en la convivencia diaria.

Primero predicando con el ejemplo, siendo un modelo a seguir, cuidando las discusiones en la que se participa, los hastag que se suman  hasta los simples favoriteos.

Segundo, conociendo los amigos, conocidos y desconocidos que su hijo suma en sus redes personales, sumándose no como un fiscalizador más bien como un facilitador.

Tercero, creando y potenciando la sinergia positiva, que favorece el emprendimiento, la creación comunitaria, el reconocer lo que hace único a cada niño y acompañándolo en su desarrollo personal.

Cuarto, asumiendo que los niños y jóvenes  tienen una vida virtual que para ellos es existencial y si queremos educarlos y formarlos debemos hacerlo no sólo en el espacio análogo también en el digital.

El bullying es detectable, internalízable y controlable, cuando el mundo adulto es capaz de asumir el desafío de liderar, empatizar, generar vínculos y  humanizar el mundo bullante, fascinante, que nace en la Era de la Internet.

¿Qué pareciera ser cuesta arriba entre medios obsesionados con memes y bromas crueles? No hay duda

Pero nuestros niños y jóvenes nos necesitan y sólo esa razón es suficiente para internarlo.

Padres, profesores a “humanizar las redes y la web”

 

 

Deja un comentario