Educación: ¿Gratuidad o calidad e innovación?


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La reforma estructural de la Educación debe nacer desde la sala de clases y no del Olimpo de los pensadores.

Que duda cabe que la Reforma Educacional  es un anhelo de toda la sociedad, bandera establecida por los movimientos sociales y que para realizarse, según lo anunciado por Michelle Bachelet, requiere de una reforma tributaria.

Todo se centra en la gratuidad, factor que ha ocupado gran parte de la agenda pública, sumando debates, raciocinio de expertos, esbozos de presupuesto y otras decenas de confrontaciones intelectuales y políticas (sin dejar de mencionar intereses creados) dejando en un segundo plano, la reforma más necesaria, que es la calidad de nuestro sistema educativo.

¿Pero podemos satisfacer la necesidad de una reforma estructural, con el modelo educativo tradicional?

La respuesta es obviamente no. Necesitamos transformar y liderar desde la sala de clases los cambios que la comunidad educativa espera.

En relación al factor calidad de la educación, emergen múltiples análisis.  Hace días leía en un medio nacional, que la sala de clases, es “el lugar donde se pasa la materia”, afirmación que refleja el modelo tradicional de enseñanza que, además de centrar el método en la memorización, excluye todas las técnicas y tecnologías desarrolladas en los últimos 30 años, lo que parece un retroceso.

El mundo digital que nos acompaña desde hace décadas, no es nuestro enemigo, al contrario, es nuestro aliado natural. Este mundo digital nos confronta con nuestras grandes falencias, desde lo conceptual, pasando por la metodología, políticas públicas y aun más lamentable, la falta de capacitación continúa del cuerpo docente.

Es imperativo trabajar en esta dirección, generando desde la sala de clases, nuevas  estrategias educativas, que en conjunto con procesos y tecnología, den respuesta a las demandas sociales de esta y las próximas generaciones

En Noviembre del 2013 , en @puertodeideas, Valparaíso, Eduard Punset en su charla “Las nuevas avenidas de la creatividad” , establecía tres grandes falencias de la actual Educación, una de ellas, era no reconocer que en un mismo espacio, tenemos universos únicos e irrepetibles, que son “formados” bajo un sistema que homologa los aprendizajes y que por ende, no desarrolla las habilidades y competencias individuales de los alumnos. http://vimeo.com/81502188

Si el modelo tradicional no satisface los cambios que nuestros alumnos han vivido, si los resultados en las evaluaciones, léase Simce, PSU, reflejan una aberrante brecha entre nuestros jóvenes, si concluimos que no todos egresan con las herramientas necesarias para responder a las demandas futuras, ¿qué estamos esperamos para generar una transformación que involucre, participe y beneficie a todos?

Este es el paso que debemos iniciar. Ya lo hizo Finlandia en la década de los noventa cuando, reestructuró contenidos de la malla curricular, limitó las horas de clases, generó un ambiente escolar de apoyo al docente, para que este tuviera las herramientas necesarias para ejercer de manera eficiente su vocación. Al contrario de lo que podemos pensar, redujo las horas de clases en beneficio de los alumnos,  profesores, menos horas frente a curso, potenciando la creatividad e innovación pedagógica.

En resumen, Finlandia en su conjunto confío en sus profesores, y estos entregaron espacios para co educar a sus alumnos, los padres  se convirtieron en grandes aliados y por ende asumieron su responsabilidad y liderazgo. (The Finland Phenomenon: Inside The World’s Most Surprising School System’, Tony Wagner, http://www.youtube.com/watch?v=c2JGeGNxlh4 )

Acá me pregunto: los profesores chilenos, ¿contamos con la formación y  capacitación constante que requiere un trabajo similar al desarrollado  en Finlandia?, tenemos la valorización social de la comunidad?, ¿una carrera docente que motive a permanecer en el sistema , que potencie y valore la iniciativa individual y comunitaria?

¿Cómo en Chile, podemos desarrollar, una comunidad educativa,donde  padres, alumnos y profesores, puedan generar un espacio de mutuo crecimiento y donde cada uno asuma responsabilidad y liderazgo?

¿Cómo ampliar los límites de la sala de clases, de tal manera que la comunidad participe del proceso aprendizaje y a su vez, no exija que sea sólo el establecimiento educativo responsable de la enseñanza impartida?

Juan Domingo Farnos, experto educador español establece la posibilidad  de motivar a través de la web y las herramientas digitales, Entornos Personales de Aprendizaje (PLE), donde se eduque a partir de las diferencias individuales de los alumnos y podamos fortalecer sus competencias innatas. (http://juandomingofarnos.wordpress.com/2014/02/10/los-moocs-de-la-talla-unica-a-la-personalizacion-de-los-aprendizajes/ )

Utilizar Internet para generar Blogs participativos, wikis, plataformas digitales multimediales, redes sociales, donde los alumnos puedan aprender, aportar y crear, colaborar. de la misma manera que lo hacen día a día de manera autónoma en la nube.

De la misma manera, Cristóbal Cobo, coordinador e investigador en innovación del Oxford Internet Institute, a través del Aprendiza Invisible, propone un aprendizaje donde el espacio formal se nutre del informal y se  logra educar desde escenarios que nacen del mundo de la tecnología,. (http://www.youtube.com/watch?v=9E_BH00dkJk )

El desafío que tenemos no es fácil, llevamos casi 3 décadas educando nativos digitales y aun no sabemos que hacer con ellos, las políticas públicas han estructurado algunas soluciones como red de datos a nivel nacional, acceso a computadores en la mayoría de los colegios en el país pero adolecemos de programas educativos que optimicen este “acceso democrático” a la información, programas, e-learning, bibliotecas digitales y tantos otros elementos de integración que nos permitiría avanzar a satisfacer las necesidades sociales de nuestro siglo.

Hace cinco años opté por incursionar el mundo digital, el uso de las redes sociales, aportar a través de ellas a mis pares y alumnos, fortaleciendo un aprendizaje diferenciado, invitando a los padres y las familias a participar, este acercamiento me ha permitido ejercer el principal factor de la enseñanza, la motivación y donde adicionalmente puedo detectar y corregir  rápidamente errores de aprendizaje.

Como yo, existen cientos de ejemplos de profesores chilenos, como otros por el mundo que apostamos por unir el mundo tradicional con el  que viven y navegan nuestros alumnos.

Los límites de una sala de clases se están desfigurando, ya no tiene paredes y por cierto no tienen techo, nuestros nativos digitales están en pleno proceso generando nuevas comunidades de aprendizaje donde sus integrantes se validan mutuamente, aportando y creando espacios de mutuo crecimiento.

Si queremos generar una Reforma Educativa estructural,  no podemos seguir la misma senda que llevamos hasta ahora.  Los profesores tenemos un rol definitivo en este proceso, ser parte de este cambio aportando desde la experiencia, motivación y validación.  Necesitamos herramientas para desarrollar nuestra pasión y vocación que es la enseñanza.

Convirtamos la sala de clases en la cuna del cambio.

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