Colaboratividad, fin de la insana competencia educativa


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Vivimos en un ambiente competitivo, centrado en quien vence, se destaca por sobre los demás, logra los mejores resultados, el mayor sueldo, la fama o el poder.

No es de extrañarse que esta realidad se desplace a la sala de clases y al sistema educativo, el alumno con mejores notas, vencedor de mayor cantidad de campeonatos, la mejor PSU, el Simce más alto, se el destacado permanentemente.

Pareciera ser que toda la comunidad educativa estuviese siendo medida minuto a minuto, de manera enajenada la tecnocracia burrocratica intenta hacernos convencer que más es símbolo de calidad. Más puntajes, más resultados, más triunfos.

Sin embargo la Era de la Internet mudo la piel de los niños, generando una nueva manera de comunicarse y colaborar de manera comunitaria. La “Colaboratividad”, que permite crear nuevos escenarios, donde fluye relaciones horizontales y metas comunes.

Donde no hay espacios para los “Llaneros Solitarios” y se entiende que formamos un todo único y orgánico, que se retroalimenta y crece unido.

Probablemente el escenario adverso fue uno de los grandes factores de movilidad y cambio.

Acceso a Internet prohibida en la mayoría de las Escuelas, celulares confiscados por el sistema educativo, les dio a los niños y jóvenes un potente desafío para seguir comunicándose y creando a pesar del boicot adulto.

No es de extrañar que tomen poca atención en clases y a la par circulen excelentes videos que explican el contenido que algún profesor deseo compartir en su horario escolar. O de la misma manera antes de una evaluación, resúmenes, pantallazos de pruebas similares inunden los wazap de generaciones de alumnos.

El trabajo en equipo se favoreció en el espacio adverso y fortaleció la agudeza para generar respuestas a las necesidades comunitarias.

Esta colaboratividad se suma a la búsqueda de participación en la toma de decisiones, ya no bastan los por qué debo hacer esto o por qué debo estudiar lo que no me interesa, existen los por qué no podemos leer estas lecturas en vez de las propuestas, por qué no puedo crear los videos en vez de bajarlos de Youtube.

La colaboratividad excluye la competencia pues es en esencia colaboración simultánea y en búsqueda de un todo superior a la suma de las partes, inválida las decisiones impuestas por la autoridad sin la participación de la comunidad y genera nuevos escenarios paralelos al oficial donde se crean experiencias de gran riqueza y diversidad.

Esta colaboratividad naciente en el aula, más temprano que tarde, desdibujara el competitivo sistema educativo, restándole valor a las pruebas estandarizadas, a un modelo anacrónico que se quedó en el siglo XIX, buscando operarios para las nacientes fábricas.

Los niños y jóvenes crean diariamente un mundo nuevo que bulle en cambio, movilidad y validación comunitaria, soóo resta que los profesores aula se animen a participar en un nuevo espacio donde serán aprendices y maestros, eternos estudiantes con los mejores aliados que podrían soñar, sus alumnos.

Colaboratividad, el inicio de una nueva Era Educativa

Un comentario

  1. el espiritu colaborativo es cualitativamente superior al competitivo incluso visto desde una perspectiva del desarrollo de la sociedad humana, por ende es aún mas relevante incentivarlo en el ámbito educativo como una practica transversal que se aplique a nivel de docentes, directivos y estudiantes. La principal limitante para su aplicación y legitimación está en nuestras propias barreras mentales uqe tienen internalizado el modelo competitivo y segregador que indica que eres exitosos en la medida que logres ser mejor y tengas mas poder que los demás.

  2. Pingback: Colaboratividad, fin de la insana competencia educativa – Deagoteras

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